El Dr. Juan Carlos Navarro nació en San Juan el 8 de septiembre de 1.884. Fue hijo del Dr. Segundino Navarro, juez, poeta y estadista, y de Doña Victorina Lenoir, educadora y primera historiadora de Cuyo, heredando de ellos una clara vocación de servicio, incomparable entereza moral y un inagotable amor por la enseñanza.
Cursó sus estudios primarios y secundarios en San Juan, pero se doctoró en medicina con los más altos honores en la Universidad de Buenos Aires, en 1.909.
Ejerció la medicina en nuestra provincia y fue miembro del Consejo de Higiene, redactando el Reglamento para el ejercicio de la medicina en el Hospital San Roque donde los pacientes disfrutaron de su generosidad y atención abnegada.
Fue jefe del Instituto Modelo de Clínica médica y del Servicio de pediatría del Hospital Rawson, y comandó las salas de pediatría de los hospitales Alvear y Ramos Mejía.
Fundó y presidió la Sociedad Argentina de Pediatría y fue profesor titular de la cátedra de Clínica pediátrica de la Facultad de Medicina.
En 1.926 fue designado miembro titular de la Academia Nacional de Medicina y presidió sucesivamente la Asociación Médica Argentina y la Asociación Nacional de Medicina.
Ocupó prestigiosas tribunas científicas en Europa y América y fue miembro titular de la histórica Conferencia Internacional contra la Tuberculosis , reunida en Paris.
Presidió la delegación argentina en el VI Congreso Panamericano del Niño, celebrado en Lima, Perú.
Sus principales publicaciones fueron: “El Lactante”, “Manual de Dietética Infantil”, “La salud de los Niños”, “Clínica de la Tuberculosis Infantil ”, además de 250 publicaciones científicas que prestigiaron textos argentinos e internacionales.
El Dr. Navarro murió tempranamente, a los 51 años, habiendo dedicado su vida al servicio de sus semejantes y a la causa de la salud del niño, por la que procuró sus más valiosos afanes.
SU ACTUACIÓN DOCENTE: VALORACIÓN DE SU OBRA:
Su incorporación a la docencia se produjo a los 28 años de edad en la Universidad de Buenos Aires. Fue dueño de grandes cualidades didácticas y pedagógicas. Sus conocimientos científicos fueron enriquecidos por una basta experiencia en el ejercicio de la medicina y acentuados en un sinnúmero de viajes y cursos realizados.
Dirigiéndose a él, el Dr. Mamerto Acuña expresó:..........”Enseña con cálido entusiasmo, con palabra sobria y justa, destacando los conceptos que desea grabar en sus discípulos”................., ..............”Su tribuna fue seguida por muchas generaciones de futuros médicos y científicos, que año a año aumentaban sus conocimientos con sus sabias enseñanzas”......., .......”Predicó su saber con una inquebrantable fe cristiana, lo que le permitió conciliar con sabiduría y amplitud los preceptos de la fe, con los dictados de la ciencia”.......
Valorando su obra docente, investigadora, científica y fundamentalmente: humana, se honra su memoria designando a la escuela de Encón con su nombre: “DR. JUAN CARLOS NAVARRO”